5.29.2007

Tipeos y fotocopias, un negocio redondo en Monserrate

Por Jorge Quiñones
Fotos: Jhymi Bolaños
El negocio de los tipeos y las fotocopias es uno de los de mayor oferta y demanda en el II sector de la urbanización Monserrate, frente a la UPAO. Desde las 7 am. hasta las 10 pm., un promedio de 50 tipeadores y 30 fotocopistas ofrecen sus servicios a los estudiantes que, generalmente apurados, acuden en su búsqueda.
La competencia en ambos rubros ha crecido en los últimos años, lo que ha hecho de la reducción de precios la estrategia ideal para subsistir en el mercado. Pero no por eso deja de ser un trabajo rentable, pues, a decir de quienes lo ejercen, la constante afluencia de alumnos deja una ganancia respetable, además del pago oportuno del espacio alquilado para trabajar.
La mayor parte de tipeadores y fotocopistas tienen formación profesional o técnica, pero la falta de empleo los ha llevado a ocuparse en esta actividad mientras encuentran algo mejor, aunque tal situación tarda más de lo previsto en llegar. El tiempo les ha ayudado a ganarse un nombre propio en la zona, algunos ya tienen carteras propias de clientes o han hecho amistades valiosas.
Yojani Rosillo Dioses (30) lleva 6 años haciendo tipeos. Goza de la preferencia del público por la rapidez con que escribe y su trato cordial. Sobre el cliente de UPAO, opina: “no tengo quejas como persona, pero académicamente sí es muy conformista, acepta lo que se le ofrece, no exige, no se preocupa por presentar un trabajo de calidad, sólo llenar la página”.
Carlos Monzón García (28) trabaja sacando copias, en esta zona, desde hace 3 años. Antes trabajaba al frente de la UNT, pero debido a su cambio de domicilio llegó aquí. A mediano plazo, aspira a surgir como empresa, es decir, tener su propio local de fotocopiado y tipeo. No le preocupa que este negocio se incremente cada vez más, pues, opina, “para todos hay”.
Pero, sin duda, los más beneficiados con la existencia de tantos locales son los estudiantes de las distintas carreras de la UPAO. Así lo dice Geraldine Barrientos Infante (25), alumna del XI ciclo de la Escuela de Derecho: “me gusta la idea de que hayan muchos centros de este tipo, así tienes varias posibilidades que te sacan de apuros en tus trabajos”.
Empero, si bien es cierto existe armonía entre los universitarios y los ofertantes de estos servicios, el exceso de locales y la interacción misma producen el hacinamiento, problema que, sin duda, afecta la tranquilidad de los vecinos y los transeúntes. Las autoridades vecinales y la Universidad deberían proponer alguna solución, como parte de su Programa de Integración y Buena vecindad.
Entre los múltiples servicios que ofrecen los centros de tipeo y fotocopiado también tenemos las impresiones, diseños, quemados de cd’s y búsqueda de información en Internet, así como las ampliaciones, reducciones, anillados, empastados, etc.

5.09.2007

Gust@net: comodidad y velocidad

Por Claudia García
Gustavo Vilca Llajaruna, bachiller en Ingeniería Industrial, tiene 40 años y es uno de los vecinos de Monserrate que apostó por poner un negocio de Internet en su barrio, lo que le ha traído muchas satisfacciones. “Gust@net”, que es el nombre de la cabina, se ubica en la Mz V, lote 2, de la Urbanización Monserrate y su propietario cuenta cómo se decidió a empezar un negocio muy rentable.
-Don Gustavo, ¿cómo se decidió a poner un Internet en el mismo lugar de su vivienda?
-Bueno, al ver la necesidad de los alumnos me decidí a establecer este Internet, no fue tanto la necesidad económica, lo que me motivó fue la inversión que a largo plazo daría sus frutos.
-¿Hace cuánto tiempo empezó su negocio?
-Eso fue más o menos hace dos años y tres meses aproximadamente.
-¿Y es un buen negocio? ¿Qué cree usted?
-Sí, definitivamente, es un buen negocio, pero depende, si tienes un local propio, amplio y adecuado para este negocio, ahí si es rentable. En cambio, si el local es alquilado es más difícil porque el alquiler está entre $200 o $300 y en la época en la que no están los alumnos es mucho más difícil mantenerlo, porque los ingresos bajan, especialmente en los meses de marzo y agosto porque en los meses de verano como enero y febrero si hay alumnos.
-¿Cuál cree que es su competencia más cercana?
-Bueno, la competencia son las cabinas de la avenida América, ya que son las más cercanas para los alumnos, pero no son tan cómodas cómo ésta, según lo que me han dicho mis clientes, aquí ellos encuentran comodidad y velocidad que es lo esencial en una cabina, y la competencia no me afecta mucho por ese lado.
-¿Qué otros servicios ofrece además de Internet para superar a su competencia?
-Quemados de CD, impresiones, también tenemos un locutorio, escaneamos todo tipo documentos y vendemos snacks para los que vienen con hambre. Por ejemplo, aquí yo tengo 20 máquinas, en cambio en otras cabinas no pasan de 10 o 15 esa también es una ventaja, porque los alumnos pueden venir y encontrarán máquinas libres. Eso sí, las computadoras están en continuo mantenimiento y siempre al día con sus antivirus.
-Y usted ¿piensa implementar su cabina con algún otro servicio?
-Sí, lo que pienso poner es una fotocopiadora y hacer espiralados, ese tipo de cosas, pero en cuanto a implementar el local y hacerlo más amplio, ya no creo porque el lugar ya no da para más.
-Cuéntenos ¿en qué se basa su tarifa?
-Bueno, hace como seis meses dábamos la media hora a 70 céntimos, pero al ver que se iban a otras cabinas decidimos bajarla a 50 céntimos pero la hora sí se mantuvo a un sol.
-¿Y dan alguna promoción?
-En realidad no, lo que pasa es que la banda que utilizamos es banda ancha de 2000 y esa es nuestra ventaja, por eso no damos promociones y no perdemos tanto como el resto.
-Para finalizar ¿alguna vez ha sufrido algún asalto a su negocio?
-No, asalto en realidad no, lo que si ha ocurrido es que se han llevado mouses, memorias, pero ningún robo mayor, gracias a Dios, lo que sí ha pasado, pero en una sola máquina, es que se llevaron el microprocesador y la memoria, lo que significó una pérdida de $230, por eso ahora estamos más atentos a los clientes sospechosos.

5.02.2007

Monserrate Shopping Center

Por Danny Vera
Fotos: Alonso Camacho
En la última década, la actividad comercial en la urbanización Monserrate ha ido en aumento y es que no solo se expende o brinda servicios, sino que, poco a poco, se fueron convirtiendo en un punto de encuentro, no solo para quienes viven cerca, sino para aquellos jóvenes universitarios deseosos de satisfacer alguna necesidad, material o física, quienes encuentran en estos centros un lugar seguro y confiable para sus reuniones.

Muchos vecinos llegan a "Tu Mercadito".

Fernando Benítez, dueño del mini mercado Tu Mercadito, es uno de los más jóvenes negociantes en Monserrate, en dos años de haber iniciado su negocio, hoy es uno de los más concurridos, por los vecinos, además de los universitarios que viven cerca, creciendo cada vez más debido a que hay una nueva cultura alrededor del tema, como la de comprar en centros comerciales.
"Kokys" es un lugar muy visitado por los alumnos.
Hoy, existen lugares para todo tipo de demanda como comida, recuerdos, librerías, cabinas de Internet, copias, entre otras. Todo está allí. Nada le falta. Esta mezcal de formalidad con la informalidad la hace más llamativa, cada uno busca distintas formas de atraer a su público y crear incentivos para mantener la lealtad de sus clientes. “Muchas veces hay que bromear con los muchachos, y a veces darles crédito”, comenta Víctor Sánchez.

Fotocopiadoras "Lady" tiene su clientela preferida.

Desde la llegada de la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO), hace poco más de diez años, los vecinos vieron una nueva posibilidad de ingresos, fue así como aparecieron algunos de los primeros negocios de la zona, como las fotocopiadoras Koky’s, la que durante muchos años fue la engreída por los docentes de la universidad y de los alumnos, para luego aparecer fotocopiadoras Lady, quitándole un poco de clientes.
No es fácil mantener en la formalidad a un negocio, debido a la demora que conlleva tanto para el acceso como para la permanencia, barreras que han podido sobrellevar algunos centros donde se expende licor, puntos donde la afluencia es frecuente para tomarse un par de cervezas, en Coloquios, celebrando muchas veces el once que permite aprobar un curso, para luego quitar la resaca con un buen cebiche.
No todo es bebida en Monserrate, quienes no tomaron desayuno en casa, la señora Amparo los espera para ofrecerles el clásico amparito de un sol con veinte céntimos, este potaje ya se ha convertido en un plato infaltable en la mayoría de jóvenes, quienes acuden a ella por su buen trato y el buen sabor se sus panes, comentan sus clientes.

Fuente de soda "Amparito´s", muy querida por los estudiantes.
Ninguna zona comercial universitaria está completa sin los típicos tipeadores, jóvenes, como los que estudian en las distintas facultades de la UPAO, dispuestos a abreviar el agobiante trabajo que implica el transcribir, en la computadora, los conocimientos adquiridos debidamente procesados o pirateados, en extensas páginas, para ser presentadas a sus docentes, y sino alcanzó el tiempo ellos lo hacen por uno.
Finalmente, este boom de centros comerciales siempre ha estado en línea con las últimas tendencias de consumo, algunos van otros vienen pero este comercio nunca se detiene, mientras la universidad siga frente a ellos estos negocios permanecerán ahí, dispuestos a satisfacer al cliente, realizando todos los días la buena atención al consumidor, pues quienes lo han puesto en práctica saben muy bien que vale la pena.